«Yo nunca había visto un paradigma educativo como el de Charlotte Mason: ella no tenía su mira en los antiguos griegos o romanos, sino en las Escrituras. Imagínense eso. Y la pureza de su deseo de crear un paradigma educativo basado en el «ser persona» de los niños nos lleva en una dirección completamente diferente a la que nos lleva un paradigma educativo basado en las grandes obras literarias. Esto se debe a que ella no empezó simplemente con «¿qué es lo que todo niño debería saber?» sino con «¿cómo nos relacionamos con este niño que es una persona creada a imagen de Dios?». En otras palabras, puso la mira en el Dios trino para responder las preguntas sobre la educación. No miró hacia ningún otro lado. Y es allí es donde descubriremos que la educación se basa principalmente en las relaciones y no en el poder.
¿Cuál era su secreto? Contaba con la ciencia que tenemos hoy; lo que tenía eran las investigaciones actuales. Entonces, ¿cuál era su secreto? Era que mantenía comunión con el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, y no se preocupaba de ocultarlo. Esa comunión le permitió vislumbrar muchas cosas que usted y yo no podemos ver. Por supuesto que Mason fue una persona intelectualmente brillante, no hay duda de eso; quizás hasta llegaba a la genialidad con las habilidades que poseía, pero ello sólo sirve hasta cierto punto. No, ella estaba en comunión con el Dios de las Escrituras y Él le enseñó muchas cosas.
Mason fue una educadora sobresaliente, en gran medida ignorada por los profesionales del mundo de la educación. Pienso que la mayoría de ustedes, exceptuando al Dr. Jack Beckman, y creo que él también lo es, son todos más jóvenes que yo, por lo tanto, cuando digo que estoy desafiando a la generación más joven, los incluyo a todos, también a mi amigo Jack Beckman. El reto para ustedes y para la generación más joven de educadores Charlotte Mason es tomarse el tiempo de profundizar y entender las ideas educativas de Mason: examinen su contexto; profundicen en sus ideas; vayan más allá de los seis volúmenes. Saben, en sus cartas se encuentran pequeños fragmentos dispersos que muestran cómo sus pensamientos iban cambiando acerca de sus propias ideas sobre la educación. Hay que hay que tomarse el tiempo para profundizar en esos documentos con el fin de ser capaz de hacer un seguimiento de lo que ella estaba pensando hasta el momento de su muerte.
Creo que es muy importante para ustedes como la generación más joven, traer con fuerza a Mason al siglo XXI; y para hacerlo con la fuerza que ella se merece realmente, es necesario que nuestra mente trabaje duro, que haga un gran esfuerzo. Mason llevaba una delantera de años luz en relación con la gente de su tiempo; y cuando observamos muchos paradigmas educativos de hoy, aún está a años luz; creo que muchas de sus ideas continúan vivas, frescas, con un dulce aroma, y que son deleitables para nosotros hoy, tal como lo eran en su época. Pero no podemos olvidarnos de la labor de nuestra propia mente: hemos aprendido muchas cosas desde la época en que ella vivió, y debemos tenerlas en cuenta o no seremos educadores Charlotte Mason.
Mi mensaje para ustedes, ya que son más jóvenes que yo, es que recojan el manto, estudiando, no sólo a Charlotte Mason, sino también lo que nos dice la ciencia actual; lo que nos dicen las investigaciones actuales. Y tenemos que adaptar subsecuentemente nuestras expectativas y nuestras creencias sobre las ideas de Charlotte Mason. Tenemos que traerla con fuerza al siglo XXI. Sus ideas son, en suma, demasiado importantes para dejarlas morir de inanición o relativismo postmoderno. Estamos pasándoles el manto a ustedes para que lo transmitan a la próxima generación. Muchas gracias».
Dr. Carroll Smith, fundador de Charlotte Mason Institute.
Palabras dirigidas durante la Conferencia de Charlotte Mason Institute del año 2022. Discurso originalmente disponible en la página de Charlotte Mason Institute AQUÍ. Traducción autorizada de Jo Pérez-Ray para la comunidad de educadores Charlotte Mason Iberoamérica.
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